sábado, 1 de julio de 2006

Artesano del panal Santos Romero trabaja en Sagallos I Feria Transfronteriza de la Miel en Sagallos

SANABRIA-LA CARBALLEDA

Extraido de La Opinión de Zamora debido a su interés para codesal.org

Sagallos organiza la I Feria Transfronteriza de la miel
Todo está dispuesto para celebrar en Sagallos la I Feria Transfronteriza de la Miel el próximo 5 de agosto. El Ayuntamiento de Manzanal de Arriba como organizador del evento cuenta ya con varios expositores, así como elaborado el programa para esta I Jornada Transfronteriza de la Miel. Un acontecimiento que se inicia a las 9 de la mañana con la inauguración del recinto ferial y recorrido por los distintos expositores.

La recepción de autoridades se desarrolla a las 12 horas y durante toda la mañana, los más pequeños cuentan con talleres de velas, así como el poder llevar a cabo paseos por los alrededores a lomos de asnos dispuestos para tal fin.
A partir de las 11,30 horas la organización ha previsto unas visitas guiadas por las cuatro empresas de Sagallos, con dos lagares y dos fábricas de miel.

La tarde dispone también de actos lúdicos y festivos, a las seis, está prevista la actuación de un grupo de bailes regionales, al mismo tiempo que durante toda la jornada, los gaiteros de la zona serán los encargados de amenizar la jornada festiva.

Las conferencias son otro de los ingredientes de la programación de este Jornada Transfronteriza de la Miel. Unas charlas impartidas por profesionales y que abordan los diversos temas de interés acerca de este producto y las abejas que lo producen, así como las técnicas de trabajo y normativa legal. La organización también ha previsto una serie de rutas como la de las fuentes que el Ayuntamiento está restaurando por todo el municipio y la del contrabando entre Linarejos y Santa Cruz de los Cuérragos.

En esta I Jornada Transfronteriza colaboran la Caja Rural, la AEDL (Agentes de Empleo de la Diputación) y el propio Ayuntamiento.


Artesano del panal ,Santos Romero trabaja en Sagallos

Sagallos.- Huele a cera. Todavía permanece ese olorcillo característico que nos invade al entrar en este recinto del viejo lagar.

Una casa con muros pétreos que alberga los elementos necesarios para elaborar la cera de las abejas.

Hace medio siglo que Santos Romero, de pequeño, acompañaba a su tío Victorino, quien le enseñó el viejo oficio, a comprar cera de los panales por tierras gallegas y leonesas.

En plena Sierra de la Culebra, en Sagallos y en los pueblos vecinos, había entonces pocas colmenas. Hoy, ya es otra cosa. Romero se dirigía «a lomos de un macho» a Galicia y sobre todo a León, a tierras maragatas, a La Cepeda, Val de San Marino, la Ribera del Bernesga, de Torío, Curueño, Valle de Fenal (por encima de La Robla).

Desde estos parajes llegaban a otro paraje idílico, a Sagallos, donde elaboraban la cera en el lagar para después venderla en bruto a los veleros, sobre todo en la vecina localidad de Cional.

Santos Romero, ya jubilado, ha pasado el testigo a su hijo Jesús quien hace que la saga familiar perpetúe el viejo oficio. Una nave construida al lado del viejo lagar dispone de una maquinaria algo más moderna como una prensa hidráulica o una caldera de vapor que vienen a sustituir a la vieja prensa y a la caldera de cobre en la hornilla. Es ésta una pieza digna de figurar en un museo etnográfico.

Santos, el cerero, recrea con vehemencia todos los pasos desde que llega la cera de las colmenas al recinto pétreo del que saldrá el elaborado producto que en muchos casos irá destinado a iluminar otros recintos, a personas e incluso a imágenes religiosas.

El material que se trae de las colmenas se introduce en la caldera de cobre con el agua para su cocción. Un fuego a base de leña bajo la hornilla, el cuerpo pétreo antiguamente o más recientemente construido con ladrillos y que alberga esa gran caldera de cobre.

Un gran cazo también de cobre sirve para recoger el viscoso y pegajoso líquido y «echarlo» sobre el taco, que hace las veces de depósito. Sobre él se coloca un suplemento de esparto y encima se coloca el cepo de madera que llega hasta la gran viga del lagar.
Una viga idéntica a la de los lagares del vino. El dar las vueltas al huso de madera, hace que gire la piedra lo que provoca que la viga presione con gran fuerza sobre el taco o recipiente donde se encuentra el espeso líquido salido de la caldera. La prensa hace que el líquido salga hasta los pilos construidos en pendiente.

El primer pilo es donde se instalan la cera y los residuos, este primer pilo va provisto de un agujero en su parte baja. Un segundo pilo dispone de un agujero en su parte superior para que salga el agua. En el tercer pilo ya sólo queda el agua. Pero este agua no se tira, se vuelve a echar a la caldera para mezclar la nueva cera con este agua y que continúe la cocción. Para sacar un panal de cera bastaba arrojar a la caldera 3 cacetadas de cera y 1 de condas o de residuos.

La cera cocida y ya colada o retirados los residuos a base de esa especie de vasos comunicantes pétreos que hacen que la cera se encuentre sobre la superficie acuosa, ya que pesa menos que el agua, está ya dispuesta para echarla sobre las pilas de piedra para su enfriamiento. Ahora se hace con recipientes, las llamadas gaveras que ordenadamente se colocan en estanterías y de las que sale una masa de cera en bruto, de unos 20 kilogramos, dispuesta para su venta.

Los Romero, llevan estas gabelas de cera hasta la ciudad de Valencia donde finalmente se elaboran láminas para las colmenas movilistas. Para trabajar esta masa bruta de cera hay que deshacer de nuevo el producto, un proceso ya más sencillo y del que saldrán después tanto las láminas, como velas y cirios o los más variados productos fabricados con esta cera a la que se le añaden tintes para el color.

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