miércoles, 13 de mayo de 2009

«Nos sentimos engañados y estamos indignados»

Sanabria-Carballeda
«Nos sentimos engañados y estamos indignados»
Los pescadores desde embarcación siguen sin poder disfutar de su afición porque Medio Ambiente aún no ha publicado la orden que autoriza dicha práctica en los embalses


Una de las manifestaciones organizadas este año ante el embalse de Valparaíso, uno de los escenarios con más atractivo para la pesca desde embarcación

J. A. GARCÍA
Pescadores desde embarcación están decididos a salir a las aguas de los embalses con sus pequeñas motoras, a riesgo de ser multados, para practicar una afición que estas alturas de la temporada todavía no pueden disfrutar al no haber aparecido la orden en el Boletín Oficial de Castilla y León.
El hecho de haber pagado sus permisos y licencias, y mantener sus embarcaciones amarradas en las orillas o en los embarcaderos, casi a mediados del mes de mayo, les lleva a calificar de «robo» la actitud de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
La prohibición, publicada sólo dos días antes del inicio de la campaña, ya removió a los aficionados que protestaron y se manifestaron contra la decisión.
La Consejería de Medio Ambiente determinó posteriormente, el 22 de abril, permitir la pesca desde las embarcaciones pero, al no aparecer publicada la correspondiente orden, permanece la suspensión y este colectivo de pescadores permanece a la espera y con las espadas en alto.
Ante la pasividad, no han cesado de ponerse en contacto con responsables del Servicio y de la Consejería de Medio Ambiente interesándose por el particular sin resultado alguno y con el consiguiente malestar y sentimiento de frustración.
«Se han cargado la Semana Santa, el 1 de Mayo y puede que también San Isidro», afirma Jesús Maestre, que hace mención a que son tres fechas idóneas porque los pescadores aprovechan las festividades para desplazarse y poder disfrutar de su afición. Además, hace hincapié en la repercusión que tiene esta actividad en el turismo rural, la ocupación hostelera y el impulso socioeconómico de la zona.
«Se tiran la pelota unos a otros y ya está bien de cachondeo», señala Maestre, afincado en Manzanal de Arriba y entusiasta de la pesca desde embarcación.
Javier Alonso, de 61 años y «pescador desde mi infancia», movido por tanta demora, ha pasado del teléfono a la escritura y ha remitido a la consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, una largo texto donde termina por dar incluso un consejo: «no tenga a nadie a su alrededor, que gestione recursos de caza o pesca, que no rompa varios pares de botas al año y la piel curtida de mil batallas por nuestros montes y ríos».
Según relata, «el día 6 de mayo, perdida la paciencia, vuelvo a hablar con sus técnicos y me facilitan el teléfono de Asesoría Jurídica. El mismo día hablo con una persona, muy amable. Me informa que no sabe nada de este asunto y nadie le ha remitido nada para su publicación. Toma nota de mi teléfono para informarme tan pronto sepa algo. El día 7 de mayo, Asesoría Jurídica, tras buscar por todos los lados, me informa que no tienen nada pendiente de población en el Bocyl. Posiblemente me han engañado. Ahora soy un pescador muy indignado, apaleado y engañado. Por supuesto, sigo sin poder pescar».
Jesús Maestre afirma que la práctica de la pesca desde embarcación vienen ejerciéndola en los embalses del Tera entre los propietarios de una veintena o treintena de embarcaciones.
Javier Alonso prosigue y expresa a la consejera de la Junta de Castilla y León que «he perdido lo mejor de la temporada. El tiempo corre y, si consigo algún día pescar, no va a ser lo mismo. Como dice el maestro D. Miguel Delibes: el primer día de la temporada, no se puede disfrazar de ningún otro».
Tras diversos intentos por hablar con la consejera, «sin conseguirlo», pone en conocimiento de su interlocutora que «el sábado 9, por primera vez en mi vida, de forma consciente y deliberada, voy a vulnerar la que considero ilegal disposición y pescaré desde mi embarcación, con todas las consecuencias. Avisaría a los agentes medioambientales y al Seprona para que cumplan con su obligación y poder ser sancionado. Con buen criterio, me disuade de hacerlo y que trate de buscar solución por otro camino, ya que podría verme perjudicado. Me doy de plazo hasta el día 15 de mayo, día de San Isidro».
Javier Alonso expone, además, que «a partir de este día tomaré las decisiones que considere oportunas, tanto en defensa de mis intereses y derechos como de mi dignidad. Y advierte que tan pronto tenga las facturas, le pasaré nota de los gastos que todo este tinglado me está ocasionando».
Critican la situación actual porque así como consideran que hubo una enorme diligencia para publicar una orden dos días antes del inicio de la temporada, sin embargo, han dejado transcurrir más de quince días para publicar una modificación que urgen por cuanto que la temporada de pesca transcurre y tiene un plazo limitado. «El fallo es de ellos, de los que están en la Administración, no de los pescadores ni de los ciudadanos. No se puede, bajo ningún concepto, sufrir las mala actuación de los las personas que nos administran, ni trasladarnos a nosotros sus problemas».
El embalse de Valparaíso ha conseguido un cierto renombre por la captura de truchas de extraordinaria dimensión y que superan la media docena de kilos.

1 comentario:

  1. Estos tipos son los que luego se quejan que no tenemos confianza en sus decisiones. Son tan prepotentes que dan pena.

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